Abogado
¿Jueces complicados o exigentes?
Todos conocemos la famosa frase “nadie es perfecto” o “errar es humano” y hoy quiero contarles que ni siquiera un abogado se libra de esta realidad.
Ya sean abogados laborales, Abogados de Familia, que pertenezcan a un Estudio Jurídico o a un Estudio de abogados o que presten servicios de Abogados en línea, todos alguna vez tendrán que toparse con un juez o jueza que les traiga a la mente estas famosas frases.
Y así por supuesto lo entienden también los jueces, hay ciertas actitudes de los abogados que a los jueces los enojan que pasamos a enumerar a continuación:
- Si hablan demasiado rápido, da la sensación que están apurados y no se les entiende. Es importante que el juez sea capaz de escribir (o seguir con la mente). Todo razonamiento debe ser expuesto a velocidad inversa a su complejidad.
- Jugar con un lápiz, con la goma u otros elementos que distraen.
- Citar informes, el expediente o los autos en bloque sin molestarse en indicar el concreto número de folio.
- Que los abogados se detengan con interminable pausa, en plena vista oral por “haber perdido los papeles”.
- Que ante una pregunta del juez que no le favorece, los abogados suspiren exageradamente o realicen gestos de resignación que se notan.
- Dirigirse espontáneamente al juez, en plena vista oral para preguntarle si conoce cierta sentencia… si ha leído el expediente o plantear cuestiones ajenas al litigio.
- Dirigirse al juez de “Señor” en vez de “Señoría”. Hay que aclarar que ambos términos reclaman atención, pero aquél encierra un mandato y éste un ruego.
- Solicitar acercarse al estrado para facilitar al juez el examen detallado de una prueba y superar la barrera de la intimidad, sentarse en la mesa del juez o hacerle sentir acorralado.
- Convertir el alegato de la vista oral en una clase académica para demostrarle al juez su erudición.
- Que un escrito procesal esté repleto de errores gramaticales y al tiempo de exponerlo en la vista oral la cosa empeore.
- No se respetar al otro abogado, ejemplo mirarlo por encima del hombro y en cambio buscar con miradas y sonrisas una complicidad con el juez.
- Que en la vista “oral” lean sus escritos sin utilizarlos como mera nota de apoyo y, sin levantar la vista, intentando no dejar pasar línea ni palabra sin pronunciar.
- Que demuestre no haber dedicado el día antes de la vista un mínimo de tiempo a refrescar la cuestión y ordenar los puntos principales, exponiendo su alegato mal confuso y desmemoriado.
- Que el alegato del abogado sea un sudoku: sin principio ni fin identificable, sin ideas fuerza marcadas, reiterativo, desordenado.
- Intentar demostrarle al juez que saben más que él, por soberbia o por otras razones.
- Que los abogados no entiendan “la mirada” del juez para indicarle contención en sus palabras, brevedad en su alegato, prudencia en sus pruebas, ya que la mirada de un juez sí importa.
- Hay abogados que llegan tarde sin disculparse.
- Es fundamental que lleguen bien vestidos y aseados. De otra forma parecerá que no les importa la audiencia a la que acuden.
Estos pequeños detalles pueden ser decisivos a la hora de entregar un veredicto, por lo tanto, nuestros clientes no pueden correr el riesgo por “detalles”. Somos Estudio Jurídico Camhi & Hazbun.