Preso por falso relato
Este es un claro ejemplo de lo perverso que puede llegar a ser nuestro sistema de justicia criminal.
Pedimos mano dura con la delincuencia, aumento de las penas, más encarcelamientos, pero luego aparecen casos como éste que dan la razón a quienes sostenemos que el endurecimiento de las penas y el aumento de los encarcelamientos no son la solución más adecuada.
¿Estamos dispuestos como sociedad endurecer nuestro sistema penal a cambio de que se vulneren los derechos, se encarcele y castigue a inocentes?
¿Cuál es un bien jurídico superior, la libertad de los inocentes o el castigo de los culpables?
La respuesta la vamos a encontrar en la conciencia de cada uno de nosotros, poniéndonos en el lugar de Marco Díaz.
Claramente hay vicios del sistema que debemos mejorar, especialmente a nivel de investigación por parte del Ministerio Público y en la aplicación por parte de los Tribunales de Garantía de la prisión preventiva.
Deben ser muy cuidadosos y responsables, porque lo que está en juego aquí es un derecho humano básico por cuyo reconocimiento y respeto se han librado grandes guerras: la libertad.
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